PASO A PASO: CÓMO PLANIFICAR UN CASO PENAL
Paolo Guiurfa Severino

¿Por qué planificar?
La planificación del caso penal es una herramienta fundamental para el abogado penalista, ya que permite organizar y dirigir de manera efectiva su trabajo en todas las etapas del proceso. Es la clave del éxito. Desde la recolección de pruebas hasta la preparación de alegatos y la presentación en un juicio, todo esto requiere un planeamiento inteligente y minucioso si lo que se busca es una defensa efectiva.
Según Gonzalo Rua, autor de «Planificación de un caso Penal», de la editorial Didot, planificar permite al abogado tener un mayor control sobre el desarrollo del proceso penal y maximizar las posibilidades de éxito en la defensa de su cliente. La planificación permite identificar y evaluar las pruebas disponibles, analizar la estrategia procesal a seguir, definir los objetivos y la línea de defensa a emplear, anticiparse a posibles contingencias y preparar al cliente para el proceso. Además, la planificación permite al abogado manejar mejor la ansiedad y el estrés que conlleva la defensa penal, así como también fortalece la relación de confianza y colaboración con el cliente.
Paso a paso: cómo planificar
Análisis del caso
Lo primero que debes hacer es analizar el caso en detalle. Identifica los hechos relevantes, las pruebas disponibles y las posibles líneas de defensa. Este análisis te permitirá establecer una estrategia de defensa efectiva. Es necesario analizar la situación del cliente, los hechos del caso, las pruebas disponibles y la legislación aplicable. Este análisis inicial ayudará a definir los objetivos del caso y los posibles problemas a enfrentar.
Investigación
Una vez que hayas analizado el caso, es importante realizar una investigación exhaustiva para recopilar más información y evidencia. Puedes recurrir a testigos, documentos, peritajes y otros recursos para fortalecer tu caso. Una vez que se tiene una idea clara de la situación, es importante identificar los posibles riesgos del caso, como la falta de pruebas suficientes o la existencia de pruebas en contra del cliente. Esta etapa ayudará a establecer una estrategia adecuada.
Establecimiento de objetivos
Define tus objetivos específicos y realistas para el caso, considerando tus limitaciones y las posibles alternativas. Esto te permitirá enfocar tus esfuerzos de manera más efectiva. Esto puede incluir la absolución del cliente, la reducción de la pena, la negociación de un acuerdo con la fiscalía, entre otros.
Diseño de estrategia
Con base en la información y evidencia recopilada, diseña una estrategia de defensa detallada que contemple todas las posibles contingencias. Es importante ser creativo y pensar en diferentes escenarios que puedan surgir en el juicio. Esta estrategia debe tener en cuenta las pruebas disponibles, los posibles riesgos y los objetivos del caso.
Planificación de acciones
Después de diseñar la estrategia, es hora de planificar las acciones específicas que debes tomar para ejecutarla. Define las tareas a realizar, los plazos y los recursos necesarios para cada una de ellas. Con la estrategia definida, es necesario preparar la defensa del cliente. Esto incluye la preparación de los argumentos legales, la selección de los testigos y la presentación de las pruebas disponibles.
Ejecución
Una vez que tienes un plan sólido en marcha, es hora de ejecutarlo con disciplina y rigurosidad. Asegúrate de llevar un registro detallado de cada acción que realices, ya que esto te permitirá ajustar tu estrategia según sea necesario.
Presentación del caso: Evaluación y ajuste
Finalmente, es el momento de presentar el caso ante el tribunal. En esta etapa, es importante tener en cuenta la estrategia y los objetivos previamente establecidos, así como adaptarse a los posibles cambios en la situación durante el proceso. Evalúa constantemente el avance del caso y ajusta la estrategia según sea necesario. Es importante ser flexible y estar dispuesto a cambiar de rumbo si surgen nuevos hechos o evidencia.